cuando hay inspiración...

"...miss. Geishy?"
Este nombre es el secreto de una Gala... un buen ejemplo de cómo una metedura de pata puede desembocar en una buena idea y convertirse de repente en un error muy original...

Gracias...
por detenerte y disfrutar de lo que hago...

Collares

Un toque diferente...
Poco importa el mes en el que te encuentres para dar a tu look un toque de color. Estos collares de diseño muy actual gracias a su forma geométrica, son el complemento que necesitas para no sentir "que siempre vas igual". 
Sencillos pero con efecto, informales pero elegantes... imposible pasar desapercibidos.

Los materiales
Las piezas son de madera, de una anchura de 20 mm y la cadena de bronce viejo de gran calidad. Mira atenta los modelos... ¡y regálate un capricho!

Tributo a la mujer
Los collares tienen nombre de mujeres... mujeres con grandes historias detrás, mujeres interesantes y especiales, mujeres que me inspiran...

¿Cómo comprar?
El precio es de 10€ más gastos de envío (3,5€). Sólo tienes que enviar un email a miss.geishy@gmail.com  y te lo cuento todo.

Y para terminar de sorprenderte...
Estos collares tienen algo especial: huelen... muy bien... 


Cuando tengas este paquetito delante y lo abras con ilusión... te sorprenderá el olor que desprende y en lugar de abrir los ojos... los cerrarás y te lo llevarás a la nariz con las dos manos para olerlo aún mejor... creyendo así que estás en.... bueno, mejor me callo, y lo descubres tú misma...

Y todo esto por qué? Porque para mi, un regalo o auto regalo te tiene que sorprender como me sorprendió a mí el paquete que mi abuela me envió a Inglaterra hace ya un buen puñado de años. 

Sabía que era un jersey pero no sabia cómo sería... Así que lo abrí con cuidado e ilusión, pero cuando lo tuve en mis manos, en lugar de abrir los ojos los cerré, y me acerqué el jersey a la nariz para impregnarme de aquel olor de la casa de mi abuela Emilia en invierno... olía a la estufa de leña de su pequeño salón ... Y allí, junto a la estufa, me imaginé a mi abuela tejiendo aquel jersey... 



Pincha en las fotos para ampliarlas


 Tía Agustina

Emilia

Cris

 
 Sandra

Olga
     
Teresa

Silvia

Rachel

Katixa

 
Julia



 
Manuela


Julieta

 
Ana 

Amelie

   
Berna

Beni
                                         
  
Wendy


Las vecinas ya no son lo que eran

Buenas!!! qué tal hemos empezado el año?? aquí ni tan mal... ya diréis fieles seguidoras, "Hombre! si miss. Geishy sigue viva!" si señora, enero es un buen mes para retomar a los pobres propósitos iniciados en enero del 2016 y olvidados en la mayoría de los casos sin terminar la primavera.. pobrecillos.

Así que aquí estamos con una nueva remesa de collarcitos. Estos vienen diferentes. Ya que en ellos hemos combinado las piezas geométricas con otras de diferentes materiales que tenía yo por ahí en mi baúl de los recuerdos y que un día haciendo limpieza descubrí y fue como encontrar un gran tesoro. Estos collares cuestan un poquito más, en lugar de 10 euros, 12 euros, porque muchas de esas piezas son imposibles de volver a conseguir. Me da hasta cierta pena desprenderme de ellos, pero claro yo no los puedo llevar todos...

Bueno, al grano, recordarás que mis collares llevan nombre de mujer, verdad?

Y concretamente éstos, ni más ni menos, son unos collares homenaje a !!!LAS VECINAS!!!.
¿A las vecinas? Sí, a mis vecinas del pueblo.

Estos días de navidades que son de volver a casa madre y de recordar las tradiciones de siempre,  de reecontrarte con la familia y también con las vecinas, me ha hecho pensar en ellas...

Son mujeres especiales... yo me refiero a esas vecinas de toda la vida, las de la calle que nos vió crecer... porque entonces parábamos más en la calle que en casa.... esas vecinas están en peligro de extinción... ellas eran diferentes a las de hoy en día.  Ellas no tenían estrés, salían tranquilas con su delantal y en zapatillas de casa a por el pan . Pero no iban a la tienda, no, el panadero en su furgoneta era el que iba por las calles... era conocido como "El Grillo" , también, era el panadero de toda la vida... hasta que tuvo que dejar el negocio, claro.

Las vecinas cogían el pan, que entonces era como mucho de dos tipos, el hueco y el macerado. Luego llegó el romano y ya por fin la baguette... y a partir de aquí, ir a la panadería requiere casi un máster por lo menos en harinas.... pues eso, cogían el pan y echaban la hablada, alertadas quizás por la comida que tenían en el fuego... sus comidas eran de  las de bloh bloh bloh, las que se cocinan poco a poco durante toooooda la mañana.

Mis vecinas, La Maruchi, La Jose, La Josefina, La Paqui, La Luisa, La Milagritos.... (ves, a que los nombres también son distintos?... ya no hay maruchis ni milagritos, una pena) las recuerdo limpiando la casa con la puerta abierta de la calle, cantando jotas y rancheras a pleno pulmón, te diría que hasta se picaban a veces entre ellas, auténticas y genuinas. Aparcaban la escoba y la fregona en el portal y se ponían trapos en los pies para sacar brillo al suelo... y es que con ese movimiento ellas no necesitaban zumbas ni stretchings... el día les daba para mucho, pero sin prisas, y sus casas siempre estaban limpias como una patena. 

Ellas llevaban el control de la casa, de los hijos, de los abuelos que también vivían en casa, compraban la ropa al marido para que se la probara en casa y todo estaba bajo control, no como ahora... todo patas arriba (vale, yo hablaré por mi)... no conocían la legunbre de bote, ni congelados, ni robots de cocina y mucho menos la Roomba!! No tenían internet, repito NO TENÍAN INTERNET, así que no compraban online  y podían vivir sin Amazon y sin Zara. Tampoco miraban recetas en blogs de cocina, y la tele sólo tenía dos canales, " la Primera" y "la Segunda", se comunicaban a grito pelau en lugar de con wasap y su única red social era la calle. Qué sencillo todo, no?

Las vecinas tenían una forma de hablar también particular... ellas te trataban casi como una hija, claro, es que nos conocen de toda la vida, y cuando te ibas a estudiar y venías el fin de semana te recibían contentas y con mensajes subliminales.... "ay!!! qué moza La Noemí!!! está más mujer!" entonces tú ya sabías que te habías echado algún kilillo de más... eso sí, para que no te fueras de hambre aparecían por casa con una bolsa de madalenas para que te las metieras en el bolso  y poder pasar toda la semana en la ciudad.

También recuerdo a las vecinas de mi abuela, todavía más auténticas, porque alguna tenía hasta corral en casa. No hace mucho que vi a La Teresa, y la verdad me emocioné, las dos lloramos juntas recordando cuando íbamos a su corral a ver los conejillos. Qué maja la Teresa, yo la vi igual que siempre. Qué curioso, las vecinas se mantienen igual, parece que por ellas no pasan los años... aunque alguna poco a poco ya nos va dejando...

En verano, las vecinas auténticas sacaban sus hamacas y tomaban la fresca. Y mientras hablaban de las cosas de la vida, hacían punto y ganchillo, arreglaban calcetines o simplemente descansaban y disfrutaban del momento. Eso ahora se llama "mindfulness" no?

 Los tiempos han cambiado, desde luego que para bien,  pero no hay que olvidar lo que fueron, lo que fuimos, por eso yo aquí les hago mi homenaje particular:



La Maruchi

La Josefina

La Merche

La Pili

La Jose

La Juli

La Rufi

La Milagritos

La Luisa

La Paqui

La Milagrosa

La María

La Teresa

La Señora Librada

La Vicenta

La Aurora

La Tía María

La Lola

La Mila

La Ana

La Susi

La Isabel

La Carmen