Ana es ese angelillo que vuela de aquí para allá,
de Donosti a la Ribera de Navarra hasta Fitero llegar. Pero curiosamente su corazón no está partido,
pues es el suyo un corazón tan grande, que no necesita elegir,
y tiene amor de sobra sin tenerse que dividir.
Debido a que su vida ronda entre estos dos paraísos…
el carácter que se ha forjado en ella es especial, y no tiene desperdicio…
Así es ella….
Dulce como la natilla frita de su tía Ana,
la que lleva en su tripita a Alejandro el primito que pronto vendrá.
Ágil y estilosa como la tía Cris cuando baila y cuando monta a caballo.
Moderna y sofisticada como su tía Montse, quizás su preferida,
con la que se confiesa sin dudar.
Coqueta como la tía Ainhoa
y sencilla como la tía Chuchi,
más lejana pero también cercana y presente desde la capital.
Divertida como todos sus tíos:
el tío Miguel, el tío Sebas, el tío Ángel, el tío Rafa y el tío Miguel.
Nos hemos confundido? Hemos repetido un Miguel…?
No no…es que en la familia de este ángel, los nombres se repiten sin querer…
Y Ana es también…
Un ejemplo para sus primos Marchel, Libe, Sofía y Javier.
Alocada, aunque sólo a veces como su hermanita Sara, la pequeña diablilla con gafas,
y sencilla y humilde como Iñaki, el hermano que le sigue y al que defiende siempre que hace falta.
Formal y desenfadada, es el vivo retrato de su mamá, otra Ana,
y presente está el carácter luchador y positivo de Mikel, su aita.
Éstos, no se separan de la pata de su cama...
día y noche.. noche y día, sin dudarlo...una vez y otra vez más…
y hacen lo imposible por endulzar su estancia en tan blanco hospital.
Ay Anita!
Debes seguir siendo fuerte, muy fuerte, no debes parar,
coge como ejemplo a la amoñi Anamari y a la abuela Chus,
sabes que ellas son dos buenos patrones que te sabrán guiar.
Pero no te olvides que debes tener fe y paciencia,
como la que el abuelo Cirilo suele mostrar,
recuerda que la paciencia es un árbol de raíces amargas,
pero con el tiempo dulces frutos da.
Ves? ya se nota tu mejoría
todo saldrá bien, yá verás...
Tranquila Ana, tus amigas te esperan,
y todos los tuyos piensan en ti sin parar.
Por todo esto, sigue sonriendo aunque el dolor te haga llorar
y demuéstrale al nubarrón que contigo se confundió…
que tu puedes con todo y que pronto,
en la escuela y en la calle tu panpiña estrenarás...
ésta que con tanto cariño ha sido encargada
con la intención de provocar una esperanza, una ilusión,
y una tierna sonrisa que nazca en el corazón.
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